¿Ha pensado alguna vez en descender por una empinada colina rocosa junto a las cataratas del Niágara? ¿Y subir en un telesilla al aire libre hasta la cima de un mirador de 1.800 pies de las Smoky Mountains? Amaurie Davison lo ha hecho todo y dice que no hay nada que temer.
Amaurie llegó a la Maryland School for the Blind (MSB) en 2015 tras experimentar multitud de dificultades en la escuela. Sus padres sabían que tenían ante sí una decisión difícil. Pensar en que su hijo fuera a la escuela a tres horas de distancia era un gran obstáculo para su familia. Tomaron la decisión de iniciar a Amaurie en la programación de verano de MSB y rápidamente comenzaron a sentirse cómodos. Después de pasar algunos veranos en la MSB, la familia de Amaurie decidió que era hora de que asistiera a la MSB como estudiante. Inmediatamente se adaptó al nuevo entorno y al personal de MSB, y comenzó a trabajar con un instructor de Orientación y Movilidad (O&M) para ponerse al día en importantes lecciones de desplazamiento con bastón y habilidades de movilidad que no estaban disponibles en su escuela anterior. Durante los 8 años siguientes, Amaurie y sus instructores trabajaron juntos para mejorar sus habilidades, lo que le permitió desplazarse de forma independiente con facilidad.
Como parte de un plan educativo completo, se enseña a los alumnos importantes habilidades para la vida, como el autocuidado y la fijación de objetivos. Este año, Amaurie se ha fijado objetivos de ejercicio para trabajar la fuerza y la resistencia. Su forma favorita de ejercicio es hacer excursiones exigentes con su familia. Su apple watch le recuerda los objetivos diarios y Amaurie dice que le gusta mantener sus "rachas de movimiento" tantos días como pueda. El verano pasado, la madre, las tías y los primos de Amaurie hicieron las maletas para emprender unas épicas vacaciones de verano viajando por Nueva York. Son expertas después de pasar el viaje del año pasado conduciendo y haciendo senderismo por Maryland, Virginia, Tennessee, Kentucky y Virginia Occidental, todo ello en sólo 9 días.
Este año, la familia recorrió senderos por todo el estado de Nueva York, visitando muchos parques y creando recuerdos imborrables. Amaurie nos explicó con una sonrisa en la cara que todavía puede oír las cataratas del Niágara a lo lejos. Su madre nos contó las distintas formas en que ayudaba a Amaurie a experimentar las impresionantes cualidades de la naturaleza por la que viajaban. Puso su bastón en un río cercano para que sintiera la atracción del agua, habló con él de lo diferente que se siente el cuerpo a mayor altitud e incluso le explicó la diferencia entre el agua dulce y el agua salada cuando se dio cuenta de lo diferentes que se sentían en su piel.
No cabe duda de que la experiencia de Amaurie es diferente a la de sus compañeros videntes, pero gracias a su habilidad con el bastón, a la ayuda de su madre como guía vidente y a que de vez en cuando le echan una mano para sortear un lugar especialmente difícil, Amaurie va ganando confianza y entusiasmo por explorar con cada viaje. Su madre dice, "Lo mejor de todo es el tiempo que pasamos juntos y que él experimenta las cosas con sus propias manos. No creo que se puedan describir completamente algunas de estas cosas a una persona ciega sin que las experimente por sí misma. Tienen que salir al mundo, y para mí es permitirle experimentarlo, oírlo, olerlo. Creo que lo mejor es ver la alegría que le produce".
Aprovechando las lecciones cruciales sobre desplazamientos que le enseñó su instructor de O&M, Amaurie vuelve a subir los senderos rocosos con facilidad después de estudiar el terreno en el camino de bajada. Su madre le grita que vaya más despacio, pero él sigue adelante con habilidad y determinación.



Fotos de Amaurie y su madre, Tracy, en algunos parques nacionales de Estados Unidos.